EL MUSEO JUDÍO DE FILADELFIA

EXPOSICIÓN: “1917: Como un año cambió el mundo”

“1917, un año que repercutió sobre los judíos  en todo el mundo”

El 17 de marzo se inauguró en Filadelfia, en el Museo Nacional de Historia Judía Americana, la exposición llamada “1917: Como Un Año Cambió  el Mundo “que posteriormente será exhibida en la Sociedad Histórica Judía Americana de Nueva York.

El 17 de marzo se inauguró en Filadelfia, en el Museo Nacional de Historia Judía Americana, la exposición llamada “1917: Como Un Año Cambió  el Mundo “que posteriormente será exhibida en la Sociedad Histórica Judía Americana de Nueva York.

Por primera vez, las dos instituciones han colaborado en la organización de una muestra que se centra en tres eventos históricos y el gran impacto que tuvo para los judíos de todo el mundo: la entrada de Estados Unidos dentro de la Primera Guerra Mundial, la Revolución Bolchevique en Rusia y la Declaración Balfour.

La Guerra y la Revolución determinaron los estrictos límites impuestos a la inmigración a los Estados Unidos, reflejando el temor existente  entre los norteamericanos de que los conflictos europeos pudieran trasladarse a su país. Las restricciones no estaban abiertamente dirigidas contra los judíos, pero lo cierto es que las cuotas restrictivas hacia los inmigrantes se establecieron para aquellos países que tenían una numerosa población judía, se hicieron mucho más estrictas, pocos judíos fueron capaces de establecerse en los Estados Unidos.  La Declaración Balfour por su parte, expresó el apoyo de Gran Bretaña por un hogar judío en Palestina.

La exposición incluye 130 objetos, documentos, fotografías y artefactos de guerra

La exposición es también un fuerte recordatorio del número de soldados judíos que lucharon por los Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial. Se estima que 3,4 millones de judíos estaban viviendo en el país durante los años de la guerra, y 250.000 se unieron a las fuerzas armadas, según la Oficina del American Jewish Committee en los Registros de judíos de la guerra.

El presidente Barack Obama, en 2015  le concedió a uno de ellos, el sargento William Shemin, a  título póstumo, la Medalla de Honor. Había dejado en repetidas ocasiones la seguridad de la trinchera de su pelotón para recuperar los soldados heridos. Organizaciones judías habían presionado mucho por la medalla que merecía por sus actos de heroísmo, afirmando que sus hazañas habían sido erróneamente ignoradas. Los visitantes podrán ver la medalla del sargento Shemin, así como su casco y otros aprestos de guerra.

A medida que los Estados Unidos entraron en acción,había preocupación entre los judíos por las persecuciones que estaban sufriendo que seguían viviendo en Rusia y en Europa del Este. Una pieza de evidencia que se muestra en una pantalla es una carta del filántropo Julius Rosenwald a Louis Marshall, presidente de la American Jewish Relief Committee, ofreciendo donar un millón de dólares si el comité pudiese recaudar diez illones para ayudar a los judíos en la “zona de Combate”.

Un telegrama del presidente Woodrow Wilson dijo que la donación era un servicio a la democracia. “Estos millones de personas le están pidiendo ayuda a los Estados” , escribió. ” Por nuestra prosperidad”  “las instituciones libres deben ayudar con ennoblecedora e inmensa  generosidad” agregó.

No todos los inmigrantes judíos veían a los Estados Unidos como un refugio seguro. Un puñado de documentos resalta la historia poco conocida de Boris Reinstein, que vino de Rusia e hizo carrera como farmacéutico en Buffalo. Su solicitud en 1917 para un pasaporte está en la pantalla, al igual que su renuncia en 1923 a su ciudadanía de los Estados Unidos. El Sr. Reinstein era un verdadero y fervoroso militante de  Revolución Bolchevique y la ideología soviética. Dejó a su esposa, Anna, para volver a Rusia, donde trabajó en la Biblioteca de la Marx, Lenin y en el Engels Institut

Para el Dr. Perelman y Rachel Lithgow, directores ejecutivos de la Sociedad Americana de Historia judía, fue muy gratificante  el préstamo de dos versiones provisionales de la Declaración Balfour del financista Martin Franklin, quien los adquirió en Sotheby en 2005 como parte del archivo de León Simon, luego Sir Simon, un judío de origen británico que llegó a ser director de la Oficina General de Correos de Gran Bretaña, compartiendo los puntos de vista de Jaim Weizmann, que formó parte de la Comisión Sionista que trabajó en el borrador de la declaración.

La letra de León Simon está en el proyecto original, y nunca antes se había exhibido en los Estados Unidos. Fue escrito en la papelería del Hotel Imperial en Russell Square en Londres. Arthur James Balfour, cuyo nombre lleva la declaración, fue Ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña.

La declaración final, en forma de una carta de fecha 2 de noviembre de 1917, fue enviada a uno de los ciudadanos judíos más destacados de Gran Bretaña, el Barón Lionel Walter Rothschild.

 

Traducción  Alicia Benmergui

 

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