EL HEROÍSMO DE LA BRIGADA DE PAPEL
¿Arriesgarías tu vida por un libro?
La Brigada de Papel:
Contrabandear libros y documentos raros en Vilna ocupada por los nazis
¿Arriesgarías tu vida por un libro? Un grupo de poetas y eruditos que vivían bajo el dominio nazi en el Geto de Vilna, lo hicieron!
Bajo las condiciones más angustiosas, salvaron numerosos tesoros culturales, primero de los nazis y luego de los soviéticos. Conocidos como “La Brigada de Papel”, eran un grupo de prisioneros esclavos que contrabandeaban y escondían libros y manuscritos raros en medio del Holocausto. La suya es una increíble historia de resistencia cultural frente a una muerte casi segura.
Una división nazi conocida como Einsatzstab Rosenberg llegó a Vilna en junio de 1941 armada con listas de bibliotecas, museos y otras colecciones raras que pretendían saquear. Parte de su misión era recolectar materiales para un “Instituto Nazi para la Investigación de la Cuestión Judía”, una organización que debía estudiar a los judíos después de que hubieran sido exterminados. Entre los lugares en su lista se encontraban la famosa Biblioteca Pública Judía Strashun y el Instituto YIVO.
Cuando los judíos de Vilna fueron obligados a entrar en un gueto y fueron asesinados sistemáticamente, también por el hambre, el Einsatzstab Rosenberg se ocupó de destruir la cultura judía. Se apropió de las colecciones casi únicas de la Biblioteca de Strashun y se apoderó de todo el edificio de YIVO para utilizarlo como un centro de recolección de tesoros culturales judíos poco comunes.
Pero tenían un problema: su personal no era lo suficientemente versado en la cultura judía para organizar y catalogar adecuadamente todo el material que estaban saqueando. Así que crearon una brigada de trabajo forzado del gueto de Vilna formada por poetas e intelectuales, incluido Zelig Kalmanovitch, que había sido codirector de YIVO antes de la guerra. Todos los días eran llevados desde el gueto al edificio del YIVO, donde su trabajo era ordenar, catalogar y empacar tesoros culturales judíos para enviarlos a Alemania. Mientras los nazis saqueaban colecciones judías para su propio uso, también destruían sistemáticamente lo que quedaba.
Kalmanovitch comprendió que los valiosos materiales del YIVO en los que los alemanes no estaban interesados serían destruidos. Así que él y otros decidieron comenzar a robar partes de la colección del YIVO que no estaban programadas para ser enviados a Alemania. Su razón de ser era que los alemanes eventualmente perderían la guerra y, aunque ellos mismos no sobrevivieran, los tesoros literarios judíos sí lo harían.
Otros que trabajaban en la unidad de trabajos forzados, eran los poetas Avrom Sutzkever y Shmerke Kaczerginski que decidieron salvar este material de una manera diferente y más peligrosa: los introdujeron clandestinamente en el gueto, donde escondieron y enterraron miles de libros, documentos y obras de arte con la esperanza de regresar después de la guerra para recuperarlos. Mientras sus capataces alemanes no miraban, Sutzkever, Kaczerginski y un grupo de unas dos docenas de hombres y mujeres valientes escondían libros raros y manuscritos debajo de sus ropas y los introdujeron de contrabando en el gueto.
Estos actos fueron extremadamente peligrosos. Si los alemanes los atraparan, serían ejecutados. Si la policía judía y lituana en la puerta del gueto los atrapaba podían llegar a ser golpeados o arrestados. Afortunadamente, tuvieron contactos entre la policía judía y logrando evitar ser atrapados.
El contrabando durante tiempos de guerra por lo general significaba traer comida a los prisioneros hambrientos del gueto y objetos de valor para sobornar a los guardias. Arriesgar sus vidas por libros raros y manuscritos parecía una locura. Incluso la policía del gueto se burló de ellos, llamándolos “La Brigada de Papel”.Pero comprendieron que, aunque ellos mismos no sobrevivieran a la guerra, sus audaces actos de preservación cultural servirían a los judíos para las generaciones venideras.
Cuando se liquidó el gueto de Vilna, los miembros de la “Brigada de Papel” se dispersaron. Algunos fueron enviados a campos de concentración, donde perecieron. Otros, especialmente Sutzkever y Kaczerginski, se unieron a los partisanos y lucharon contra los nazis en los bosques. Cuando terminó la guerra, los dos poetas regresaron a Vilna para descubrir que el 90% de la comunidad judía había sido asesinada. Pero también descubrieron que mucho de lo que habían enterrado en el gueto había sobrevivido. Recuperaron todo lo que pudieron y fundaron un pequeño museo judío, una chispa de vida en una Vilna judía cruelmente diezmada.
La División de Monumentos, Bellas Artes y Artefactos del Ejército de los EE. UU., “The Monuments Men”, encontró cientos de cajas de textos únicos pertenecientes a YIVO y otras bibliotecas judías abandonadas en una ciudad en las afueras de Frankfurt. El contacto se hizo con la oficina del YIVO en Nueva York, donde todos quedaron sorprendidos de que alguno de sus archivos hubieran sobrevivido.
Debido a que ninguna organización judía había sobrevivido a la guerra y porque Vilna estaba ocupada por los soviéticos, se decidió mantener las colecciones judías en elYIVO en Nueva York. En 1947, 465 cajas de tesoros culturales judíos llegaron a Nueva York y, después de una breve estadía en el almacén Matzot de Manischewitz, pasaron a formar parte de las colecciones de YIVO, donde permanecen hasta el día de hoy.
El destino de los textos ocultos en el gueto de Vilna tuvo una serie destinos diferentes. Se hizo evidente para Sutzkever y Kaczerginski que los soviéticos no estaban interesados en apoyar un museo judío. De hecho, reconocieron los comienzos de una campaña antijudía soviética que diezmaría la cultura judía en la URSS. Hicieron arreglos para el contrabando de gran parte de los materiales a Polonia y Francia, con el destino final de YIVO en Nueva York.
Los raros documentos que fueron sacados clandestinamente del YIVO de Vilna y escondidos en el gueto tuvieron que ser contrabandeados nuevamente, esta vez fuera de la URSS. Estos tesoros, son mudos sobrevivientes del Holocausto.. Después de traer lo que pudo a Nueva York, Sutzkever emigró a Israel, donde vivió como el poeta idish más famoso del mundo hasta su muerte en 2010. Kaczerginski se mudó a Argentina, donde murió trágicamente en un accidente aéreo en 1954.
Es gracias a ellos, a Zelig Kalmanovitch y para el resto de la “Brigada de Papel”, que estos libros y documentos raros sobrevivieron a la guerra y al genocidio.
Fuente: Muestra exhibida en el Yivo hasta el 23 de enero de 2018. Yivo Institute for jewish research
Traducción ALICIA BENMERGUI