ANTISEMITA Y JUDÍO
* HERENCIAS DE LA SHOA
Nota en el New York Times
“Uno tiene que ser enseñado a odiar y temer”, dice una vieja canción sobre la intolerancia. Pero el ex político húngaro de extrema derecha Csanád Szegedi dijo que, él era esencialmente un autodidacta antisemita. En “Keep Quiet”, un documental dirigido por Sam Blair y Joseph Martin,Szegedi recuerda el orgullo que sentía cuando era estudiante y leía periódicos de extrema derecha que difundían una narrativa nacionalista
Anne Applebaum, historiadora y columnista de The Washington Post, señala en la película que Hungría “es un lugar donde la historia ha sido manipulada”.
Para el film se han utilizado imágenes de vídeo desde la década del dos mil para realizar un seguimiento del ascenso de Szegedi a la vicepresidencia del partido nacionalista Jobbik. La película muestra un anuncio de televisión en el que puede verse y oírse la plataforma política de Jobbik “Proteger las tierras húngaras! Restablecer el orden! Las multinacionales deben pagar impuestos! A la cárcel a los culpables! Hungría pertenece a los húngaros “Por su parte, Szegedi desprecia los que llama “cosmopolitas judíos” que lo único ” que le dieron a todo el mundo en Hungría era aguardiente y pantalones gastados”.
Entonces Szegedi se entera de una verdad incómoda: él tiene ascendencia judía. Su abuela era una sobreviviente de Auschwitz. Sus camaradas de partido al principio sugieren que esto podía ser bueno, podía desacreditar las acusaciones que caían sobre ellos por incitación al odio racial. Esa estrategia pareció durar aproximadamente medio minuto, y Szegedi fue expulsado. Él comienza a aceptar su identidad judía, tal vez por necesidad. “¿Por qué no me detuvieron?” Le pregunta a su familia cuando vieron que había comenzado su actividad política.
Incluso si usted es indiferente a la historia personal del Szegedi (a historiadora lo encontré un poco simpático), lo que “Keep Quiet” nos habla es de un tema profundamente dramático
La Historia del Judío Antisemita
Jobbik es un partido nacionalista húngaro, profundamente racista, especialmente contra la población gitana y aunque de alguna manera no siempres es ostensiblemente antisemita, ciertamente lo es. Durante la ocupación nazi, en 1944 y 1945, más dequinientos cincuenta mil judíos húngaros, la mayoría de las provincias, fueron asesinados en campos de concentración y exterminio. Hoy en día, la población judía de Hungría es menor en una quinta parte de lo que era antes de la guerra, y se concentra mayoritariamente en Budapest, la capital. Mientras que los húngaros étnicos tienen conflictos con los gitanos, que son una gran parte de la población no asimilada en la Hungría rural, los judíos son apenas visible en gran parte del país.
Csanád Szegedi el vicepresidente de Jobbik, desarrolló sentimientos antisemitas muy profundos, en una autobiografía remitió su pasado familiar a 1000 años atrás en una época anterior al cristianismo reivindicando una total pureza étnica húngara.
Evidentemente los orígenes del nazismo fueron su fuente de inspiración. También dirigió una campaña para revivir antiguas runas húngaras – la escritura usada antes de que se decidiera el uso del alfabeto latino – y colocar signos rúnicos en todo el país. En 2007, ayudó a organizar la Guardia Húngara, un grupo paramilitar cuyos miembros llevaban uniformes negros diseñados para evocar la Cruz de la Flecha, partido fascista húngaro que persiguió y asesinó judíos sin la ayuda de los nazis. También hacían ejercicios militares. Cuando se presentó el Parlamento Europeo por haber ganado su puesto en las elecciones lo hizo con el uniforme de la Guardia.
Realizó una fuerte campaña antisemita que para sus objetivos fue muy exitosa: una encuesta del año 2012 mostró que el sesenta y tres por ciento de los húngaros sienten hostilidad hacia los judíos por encima del cuarenta y siete por ciento que se había registrado en 2009.
Repentinamente sucedió un hecho muy extraño: luego de un acto público muy antisemita, Szegedi dejó toda esa actividad política y renunció a Jobbik por completo. Había ocurrido algo asombroso: – el fundador de la Guardia Húngara, notorio y público nacionalista antisemita había descubierto que era judío.
Su abuela materna que tenía noventa años era una judía sobreviviente de Auschwitz, no es extraño que Szegedi no supiera que tenía una abuela judía. El Holocausto convenció a muchos judíos europeos que sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial que nunca serían aceptados como ciudadanos iguales en sus propios países, que siempre quedarían señalados de alguna manera.
La gran mayoría de los sobrevivientes, ya sea de Hungría, Polonia o Alemania, emigró. Pero muchos de los que se quedaron, especialmente en la Europa comunista, ocultaron sus orígenes porque tenían miedo, porque no querían ser identificados como judíos o porque querían olvidar el pasado y seguir adelante.
Él le contó a la historiadora Anne Applebaum como se había enterado del pasado de su abuela. Solo sabía que había estado en Auschwitz. Cuando volvió a ver a su abuela – él dice que era Navidad de 2011 – le preguntó sobre su infancia. “Fue una conversación muy larga” dijo. Resultó que había sido criada por padres adoptivos, y que ” fueron deportados, porque eran judíos. Me tranquilicé, dijo, porque ‘ padres adoptivos’ – no significa que tengan la misma sangre “
Szegedi se sintió aliviado y liberado con esta aclaración, pero todavía sentía alguna molestia – sabía que había algo que no estaba bien. En la Pascua, siguiente volvió al tema y le preguntó a su abuela de nuevo sobre su pasado. Esta vez, se explicó con más detalle.”Me habló de su padre adoptivo – y ella me dijo que era su tío, que la adoptó después de que su madre murió. “
Ahora comprendió que realmente era judía.” ¿Y qué te pasó durante la guerra? “Ella le dijo entonces que había sido deportada a Auschwitz y había sobrevivido. Su marido había sido enviado a un campo de trabajo. Todos sus parientes cercanos habían sido asesinados, incluyendo sus padres adoptivos. Había visto cosas terribles, se había muerto de hambre, había sido golpeada y apenas había escapado a la cámara de gas
Había otra verdad igualmente dura. Su abuela nunca había visto la Lista de Schindler’, leído a Elie Wiesel o visto el film Noche y Niebla, pero ella había descripto Auschwitz tal cual como los libros de historia o los films lo habían descripto: los crematorios, el hambre, el asesinato sistemático e industrial de los judíos. Se dio cuenta: las historias sobre el Holocausto no podían haber sido solo propaganda comunista, todo era verdad.
Luego parece ser que en realidad Szegedi no abandonó el partido y sus convicciones por su propia voluntad. Se había criado con un padre no judío, antisemita, y una madre absolutamente indiferente y ajena al judaísmo. Sabía muy poco sobre la Shoá y una vez un profesor de su colegio les hizo ver una película que sostenía que el Holocausto y Auschwitz eran una mentira judía.
Decidió pedirle ayuda a un rabino del Jabad Lubavitch, Köve, que así se llama dijo que fue una experiencia muy chocante encontrarse frente a alguien que había sido un notorio y conocido enemigo de los judíos. Pero no podía negarse a ayudarle en a su necesidad de saber que es el judaísmo. Szegedi fue con Köve a un oficio del sábado a la noche y a unKabalat Shabat, algunos de los asistentes de la sinagoga no quisieron saber nada con él. Otros, siguiendo el ejemplo del rabino lo recibieron cortésmente. Kóves trata de ayudarlo para que pueda incorporarse al judaísmo desde una introspección espiritual para permitirle comprender lo que es el judaísmo. Pero lo cierto es que contó que la primera vez que visitó una sinagoga y se puso una kipá, sintió que esta le quemaba la cabeza.
Su historia, sin su militancia antisemita, es bastante común en Hungría. Casi todos los judíos de Budapest saben de alguien que descubrió de adulto sus orígenes judaicos. Köves mismo es el hijo de un hombre judío que decepcionó a su temible madre judía al casarse con una judía. “Su abuela decidió después de la guerra que el principal objetivo de su vida era hacer que todos sus hijos se casaran con no – judíos”, contó Köves, su decisión de ser religioso lo puso en conflicto con su secular familia asimilada.
En cuanto a la abuela de Szegedi, ella todavía teme hacer manifestación de su observancia de las tradiciones judías. Como muchos sobrevivientes del Holocausto, tiene una cierta paranoia, teme que la violencia volverá. Según Szegedi, a veces dice, “habrá un nuevo Holocausto.” Pero piensa que algunas tradiciones judías le dan alegría. Hace unos meses Szegedi y su hermano la llevaron a ver la tumba de su madre en un cementerio judío. Ella había buscado primero en su departamento un viejo libro de rezos que había guardado escondido durante muchas décadas. Ella lloró cuando se puso a leerlo en el cementerio.
Un miembro de la Congregación de Sinagoga de Szegedi, después de oírle hablar de esta experiencia con su abuela contó que muchos integrantes de en la comunidad que eran en principio escépticos sobre su conversión, han llegado al convencimiento de que es sincero. Nosotros pensamos que el tiempo lo dirá.
Fuentes:
Antisemita y judío. La doble vida de un político húngaro. Anne Applebaum. The New Yorker.11-11-2013. Review: An Anti-Semite Learns of His Jewish Roots in ‘Keep Quiet’. GLENN KENNYFEB. 16, 2017. New York Times