RACHEL SASSON: Primera editora del periodismo en la Gran Bretaña

Directora del Periódico El Observer / Londres /Siglo XIX

Rachel Beer, editor of the Observer 1891-1901

Esta es la historia de una mujer, en una época en que las mujeres ni siquiera podían votar, que se convirtió en Gran Bretaña en la primera editora de dos periódicos de tirada nacional. Se llamaba Rachel Sasson Beer y a pesar de las cosas muy importantes que hizo ha sido olvidada y nadie recuerda su audacia como mujer, como periodista, ocupando sitios dominados exclusivamente por los hombres y ni siquiera las cosas que hizo como judía, a pesar de su conversión al protestantismo.

Ella pertenecía a la enormemente rica familia de los Sassoon, judíos que habían abandonado Bagdad, instalándose en la India donde construyeron su enorme patrimonio. Había nacido en Bombay y era hija de una mujer formidable, Flora, una mujer también muy adelantada a su tiempo, por su educación secular y religiosa, por su capacidad como empresaria y por las tareas de beneficencia que llevó adelante. 

Rachel creció en un hogar estrictamente ortodoxo pero decididamente anglófilo, disfrutó de cierto éxito como compositora e incluso pasó dos años trabajando como enfermera de hospital antes de casarse con el propietario de  un periódico, Frederick Arthur Beer proveniente de una familia judía de Frankfort convertida al protestantismo. Cuando se casó lo hizo a una edad bastante avanzada para la época, tenía 28 años. Para casarse se convirtió al anglicanismo y esto condujo a una ruptura irrevocable con su familia.

El único contacto que mantuvo con los Sassoon fue con su hermano Alfred (el padre del poeta de la Primera Guerra Mundial, Siegfried Sassoon, Pero nunca intentó negar su pasado, en los bailes de disfraces, jugó con su exótica herencia judía vistiéndose como una dama oriental, envuelta en hilos de coral y perlas y bajo su dirección sus periódicos mostraron una inmensa simpatía hacia las causas judías.

Rachel carecía de formación periodística, de educación universitaria y de las conexiones políticas y personales que eran las que proveían de información al periodismo. Cuando su marido le compró un periódico se convirtió en editora, pero pese a todas las carencias que tenías, las superó con brillantez, evitando convertir a su diario en un reducto femenino de información sobre asuntos domésticos..

Pero la mayor hazaña periodística llevada cabo por Rachel, tuvo que ver con su condición de judía y por sul enorme interés y preocupación por el Caso Dreyfus, un tema predomínate en la prensa mundial y por supuesto en el judaísmo a nivel mundial.  Beer estaba fascinada y su periódico siguió el caso a medida que se desarrollaba. La postura de sus periódicos fue clara, describiendo ap Dreyfus como condenado por el delito de ser judío, y la exclusividad mundial que resentó en 1898 revelando la naturaleza fraudulenta de la condena, causó sensación.

Bajo su dirección el Observer de tendencia liberal, el diario dominical más antiguo del mundo, publicó la gran primicia en 1898, revelando que los documentos utilizados para condenar al oficial del ejército francés Alfred Dreyfus, cuatro años antes de espiar para Alemania, eran una falsificación. Rachel Beer logró esta  primicia cuando se encontró y obtuvo una confesión del Mayor Esterhazy, el oficial traidor que había espiado para los alemanes, entregando secretos militares y que había falsificado documentación para inculpar y lograr la condena de Dreyfus. Esterhazy, además de traidor era muy antisemita,  estaba en Londres en secreto, ocultándose de las autoridades (se había disfrazado afeitándose el bigote).

Beer tenía conocimiento de su paradero porque el corresponsal del Observer en París ya había establecido una relación con el comandante. La prensa británica no pudo apreciar en gran medida el significado de este caso histórico, que dividió a Francia y llevó al famoso J´Accuse del novelista Emile Zola, una carta abierta de 1898, que ayudó a lograr un nuevo juicio y la demostración de la inocencia del Capitan Dreyfus.

Rachel, como su madre, también estaba interesada por el naciente Movimiento sionista; el Observer fue uno de los primeros en reconocer la importancia de la idea de establecer un Estado Autónomo judío tras la publicación de Der Judenstaat, en 1896,Theodoro Herzl.

En el Sunday Times, la respuesta de Beers al Cuarto Congreso Sionista, celebrada en Londres en 1900, fue más bien matizada. No creía que todos los judíos fueran a establecerse en el nuevo Estado, solo aquellos que eran perseguidos, aun así parece que se sintió conmovida por el evento.

Frederick Beer murió en diciembre de 1901, con solo 43 años. Dos días después de su funeral, Rachel volvió a escribir su columna semanal en el Sunday Times. Poco tiempo después Rachel entró en un estado de enajenación que la llevó a ser internada y que su hermano se hiciera cargo de la administración sus bienes. Parece que su enfermedad fue causada por la sífilis que había padecido su marido, cuando murió a causa de un cáncer,ya había sido bsolutamente olvidada, pero nosotros hemos querido recordarla en este mes donde se ha conmemorado el día de la Mujer.

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