CAMILLE PISSARRO (1830-1903) – El rebelde de una buena familia

cpissarro01*Camille Jacobo Pissarro vivió entre 1830 y 1903, fue uno de los máximos exponentes del impresionismo, su figura es mostrada como la de un individuo que se rebeló contra las tradiciones familiares y en general al sentido común propio de su tiempo. Ciertamente Pissarro fue de carácter rebelde. Le oprimían los modos demasiado conformistas de su casa, propios de una familia burguesa y de las costumbres establecidas en las Pequeñas Antillas donde nació Camille, fruto de la unión entre su madre, Raquel, una judía criolla y el padre Frederic, judío francés de origen portugués. Dentro de esas normas establecidas estaba determinado que Camille iría a Europa para completar sus estudios y entraría a tomar parte en los asuntos comerciales de la familia. Sin embargo parece que ese no era el proyecto de Camille que apenas pudo trató de “cortar las cadenas que me ligaban a la vida burguesa” como acostumbraba decir más tarde, y huyó a Venezuela junto a la artista danesa Melbye, que había apreciado su talento y fomentado su entusiasmo.

Pero en la intimidad, su espíritu rebelde no era tan intenso, le gustaba mucho la vida cotidiana de Caracas, pero la descripción que de ella hizo fue propia de un intelectual burgués sin afición a las transgresiones. Finalmente cedió a los pedidos de su familia y regresó a su casa. En 1855 acordó con sus padres dejar los negocios familiares y mudarse a París, donde se sumergió en el ambiente artístico, visitando luego el Salón (lugar de referencia del arte de la época) y quedando particularmente impactado por las pinturas de Corot y de los paisajistas de la Escuela de Barbizon. No se trató por cierto de una elección inusual: era aquella una de las corrientes artísticas más prestigiosas, a la que se integró por largo tiempo. De ese período son sus paisajes de colores oscuros, preparados con cuidado como se estilaba en ese momento y que transmitían las imágenes de una naturaleza muy pacífica e idealizada. Al mismo tiempo entró en contacto con los pintores Monet y Cezanne que estaban comenzando a experimentar con el impresionismo, aunque inicialmente no se había sentido atraído por ellos.

 Su aparentemente tranquila vida se vio interrumpida por una profunda ruptura, casi definitiva, con su familia. Se relacionó sentimentalmente con su empleada doméstica, que era católica. En 1860 aquello era el colmo del horror social y religioso, era haber ido mucho más allá de lo que los Pissarro podían tolerar. Ciertamente Camille no tuvo el coraje de casarse antes de la muerte del padre, pero mientras tanto las relaciones familiares se habían deteriorado fuertemente y también su situación financiera. Sus problemas personales produjeron un profundo cambio en su obra, tanto fue así que a partir de 1866, sus obras estuvieron claramente relacionadas con elimpresionismo. Se trataba siempre de paisajes, pero los contornos que habían sido tan precisos alguna vez, la cuidadosa representación de los objetos retratados, se desvanece casi del todo mientras aparece como protagonista absoluto, la luz y el efecto que esta crea sobre los objetos y sobre la naturaleza. Trabajaba intensamente con sus amigos impresionistas: a veces elegían juntos un mismoobjeto, se enfrentaban, discutían y finalmente exponían sus obras en las muestras conjuntas que se contraponían a los principios del Salón conformista. Aquel fue el período de corte más profundo con la realidad circunstante, protagonizado por un grupo del cual Camille no fue el precursor. Con esos amigos compartió casi veinte años de su vida, aunque interrumpida por una fuga a Londres (consecuencia de la invasión prusiana en Francia) donde pintó una serie de telas sobre ambientes marginales  que se hallan expuestas en la National Gallery de Londres. Con sus amigos pintó de un modo diferente al de sus cuadros más conocidos, a pesar de que nunca se dedicó a la experimentación como Monet o Cezanne: permaneció siempre en el ámbito de una composición más tradicional y ciertamente no menos interesante y bella que la de sus más conocidos contemporáneos. Con algunos compartió ideas políticas socialistas, que terminaron por llevarlo a contactarse con sectores anarquistas,y también tuvo notables dificultades financieras. Fue solo en 1886, que la influencia del impresionismo lo llevó hacia el puntillismo con que vivirá un período artístico breve e intenso para retornar luego a una técnica más marcadamente impresionista en que al lado de sus acostumbrados paisajes, retrató muchas figuras que en otras épocas no le habían interesado.

cpissarro03Cuando el grupo de amigos comenzó a dispersarse, trató de mantenerlo unido pero rompiendo con algunos de ellos a causa de las posiciones antisemitas que manifestaban en la época del Caso Dreyfus. En su trabajo no solo no se halla una obra de temática judaica, ni siquiera un aporte original que exprese su judeidad y las contradicciones que padecía como judío: ni en sus paisajes ni en sus personajes. Su originalidad con respecto a los otros impresionistas, reside en su carácter profundamente burgués. Sin embargo, Camillepermaneció profundamente ligado al judaísmo, no sabemos si por su propia voluntad. La crítica de su tiempo y la buena burguesía, siempre lo señalaron como judío.

Es cierto que se expuso públicamente en la época del Caso Dreyfus, como un firme dreyfusard en su apoyo a Zola y atrayendo sobre si mismo, el desprecio antisemita de sus amigos, de Degasespecialmente, pero en parte también de Renoir, con los cuales terminó rompiendo finalmente, a pesar de considerarlos grandes artistas. Es cierto también que casi todos sus siete hijos permanecieron ligados al mundo judío y la mayor parte de ellos fundaron familias judías.Sus hijos Lucien, George y Paulemile también fueron artistas, dando lugar a la única dinastía de artistas judíos que llegó hasta la cuarta generación, dado que Lelia una bisnieta, nacida en 1963, expone en medio mundo, incluido Israel, y parece que pasará su testimonio a su hijo Dothan o a la hija Keren.

Ninguno de ellos han expuesto temáticas relacionadas con el judaísmo.

 Fuente. Daniele Liberanome 2003- Comunidad Hebraica de Milano,


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La personalidad de Pissarro es una de las más atractivas entre los impresionistas. Inició su aprendizaje en París hasta 1847, cuando regresó a las Antillas para trabajar en el comercio de su padre. En 1852 abandona Saint Thomas y se traslada a Venezuela para dedicarse a la pintura. Tres años después se instala definitivamente en París, asistiendo a las clases de la Escuela de Bellas Artes y a la Academia de Jules Suisse. Corot fue el primer maestro en el que se inspiró, descubriendo su atracción hacia el paisaje. La Academia Suisse sirvió para que se relacionara con Cézanne y Monet, ahondando en su interés por el paisaje, totalmente en contra del academicismo oficial. Expuso en 1863 en el Salón de los Rechazados junto a Manet, siendo uno de los promotores del grupo de artistas alejados de la norma académica que se reunían en el café Guerbois, que daría paso más tarde al Impresionismo. Incluso Pissarro animó a sus compañeros a “trabajar el motivo” en relación con la pintura “plenairista”. En 1870 se traslada a Londres donde se interesa por las obras de Turner y Constable. De regreso a Francia se instala en Pontoise, iniciándose una intensa relación con Cézanne, influyéndose ambos mutuamente. Pissarro nunca perdió el contacto con París, participando en las ocho exposiciones impresionistas con sus atractivos paisajes o vistas urbanas llenas de vida, luz y color. Interesado por la estructuración de la obra de arte, se relacionará con jóvenes artistas como Gauguin o Signac. Debido a su mayor edad con respecto a los demás compañeros, siempre procuró mantener la estructura unitaria del grupo impresionista.

Fuente Arte historia


cpissarro02Titulo: Cosecha de manzanas, 1886
Autor: Camille Pissarro
Museo: Colección Particular
Caracteristicas: Oleo sobre lienzo 128 x 128 cm.
Estilo: Impresionismo

Las figuras de las campesinas serán protagonistas de numerosos cuadros de Pisarro en la década de 1880, sin preocuparse por su trabajo sino por la atmósfera y la iluminación. En esta cosecha de manzanas existe un cierto recuerdo a Millet al mostrar la labor de las mujeres situadas en una zona de sombra rodeada de varios espacios soleados. Esa zona ensombrecida toma una tonalidad malva oscura, que contrasta con la claridad de los amarillos y naranjas del campo que la circunda.

La iluminación provoca el abocetado de los personajes aunque apreciamos la perfecta volumetría de cada una de ellas, sin apenas perder la forma, al contrario que en obras como Isla Lacroix con efecto de niebla. Pisarro empleará dos perspectivas para esta escena, recurso muy habitual en la pintura de Degas: la mujer del primer plano está vista desde arriba mientras que las que aparecen al fondo están en perspectiva frontal. La instantaneidad se transmite en la vitalidad de las figuras, cortando los planos pictóricos por influencia de la fotografía.

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