EN HOMENAJE A JACK FUCHS Z’L

LA MUERTE DE UN SOBREVIVIENTE

Ha muerto Jack Fuchs, un amigo, una persona de corazón noble que dedicó su vida a transmitir no solo el horror que los regímenes despóticos pueden producir, sino también el lado luminoso de las catástrofes; los valores de la solidaridad y el coraje cívico que permiten albergar una luz de esperanza, una llama encendida en nuestro interior.

 Colaboró por muchos años en la Fundación Raoul Wallenberg acercando su visión de lo vivido durante la segunda guerra mundial a niños y jóvenes en edad escolar. También colaboró y ayudó con su palabra y su inteligencia a otras instituciones que se ocupan de no permitir que el olvido y el cinismo ganen la batalla de las palabras.

En 1999 Jack viajó a París representado a la Fundación Raoul Wallenberg para participar de una exhibición en homenaje a Raoul Wallenberg organizada por la UNESCO. Junto a Nicholas Tozer y Aarón Dovrat entregó a modo de donación dos ejemplares de la escultura “Homenaje a Raoul Wallenberg”, de la artista argentina Norma D’Ippólito.

Una fue entregada al diputado de los Estados Unidos Tom Lantos, y la otra a Federico Mayor, Director General de la UNESCO.

Escribió numerosos artículos, publicó libros, dio innumerables conferencias.

Su voz grave y su inconfundible acento polaco siempre resonarán en nuestros oídos.

Jack partió, pero continúa entre nosotros.

Ninguno de nosotros es eterno pero hay muertes que resultan inimaginables.

Las palabras de Jack, sus reflexiones, sus cuestionamientos, su hondura casi poética, sus esperanzas y sus frustraciones, su disposición a hablar y contar y decir y hacer pensar, su firme determinación de abrir cabezas y corazones aun cuando ello contradijera su doloroso escepticismo. Sus libros, sus charlas, sus comidas que nos cocinaba cuando lo visitábamos, su mirada húmeda y tierna, su lengua valiente y filosa, su humor irónico y corrosivo, su media sonrisa acariciante, todo eso y mucho más fue Jack para quienes lo conocimos, lo tuvimos cerca y lo quisimos. Su pérdida, aunque anunciada los últimos tiempos, resultaba imposible de imaginar.

Tuvo tres Aprendices en el Proyecto Aprendiz de Generaciones de la Shoá. Uno de ellos, Nano Utin, escribió lo siguiente:

Desde ayer que ya no lo tenemos más Jack Fuchs Z”L en persona, pero nos dejó mucho para la eternidad, para reflexionar y aprender.

Tuve la oportunidad de ser su aprendiz, disfrutarlo y compartir muchos días de profundas conversaciones en su casa. Porque él no solo hablaba de Shoá, sino que todos los días leía los diarios de todo el mundo, en diferentes idiomas, para transmitir su pensamiento y visión sobre el mundo de hoy y la “suciedad” (como le gustaba llamar a la sociedad actual).

Entre muchas cosas, él me decía: “Yo no vengo de un mundo lógico.”…“La historia de la humanidad es la historia de matanzas.”, “Yo hablo porque yo no quiero que mi pasado sea el futuro de ustedes.”

Espero que descanses en paz y puedas reencontrarte con tus padres y hermanos.

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