Lituania: un campo de concentración donde se celebran fiestas y bodas.
KAUNAS o Kovno, es una ciudad de Lituania que se halla situada al este de Vilna y tiene muy pocos lugares tan misteriosos y encantadores como la Séptima Fortaleza. Es un complejo de búnkers de ladrillos rojos que data de 1882, cuenta con numerosos pasajes subterráneos que conectan sus salas y cámaras. La colina donde se halla la fortaleza se cubre de hierba verde y flores cuyo color amarillo atrae a las abejas y pájaros cantores, junto con las familias que vienen aquí para divertirse en el breve verano Báltico. Es también un lugar popular para fiestas de graduación y bodas, donde hay buffets y se hacen barbacoas, así como campamentos de verano para los niños que disfrutan de las búsquedas de tesoros escondidos alrededor de las instalaciones.
La mayoría de los visitantes no son concientes de que están jugando, cenando y celebrando en un antiguo campo de concentración.
En 1941, miles de judíos fueron encarcelados, llevados a la inanición y finalmente masacrados por lituanos que colaboraron con los nazis en la Séptima Fortaleza en lo que entonces fue la mayor matanza en masa en la historia del país. Se cree que este complejo es el primer campo de concentración situado en el territorio que la Alemania nazi conquistó tras su invasión hacia el este. Incluso aun para los estándares conmemorativos desafortunados en Europa del Este – donde muchos cementerios judíos y sitios del Holocausto han sido dañados o abandonados.
La Séptima Fortaleza es inusual por su negación del pasado. Una asociación no gubernamental dirigida por un especialista informático de 37 años, Vladimir Orlov– que cobra una tarifa de admisión de aproximadamente de cuatro dólares. Fue privatizada en 2009 y ahora es propiedad de la Herencia de Centros Militares y es lugar donde se organizan fiestas. Los críticos dicen que esta realidad es una consecuencia del fracaso del Estado lituano de confrontar al país con su oscura historia durante el genocidio.
“Sólo se dicen muchas cosas malas sobre mi país”, dijo Ruta Vanagaite, una novelista lituana que atrajo la atención internacional sobre el lugar en un libroque escribió el último año con Efraím Zuroff, el director israelí del Centro Simón Wiesenthal. La amnesia aparente que rodea la fortaleza, agregó, también es indicativa de “la actitud hacia las personas que fueron asesinadas.”
Los restos de 5.000 judíos asesinados están enterrados en el fuerte en fosas comunes que están marcados por un par de postes y rocas. Los familiares a veces encienden velas en memoria de los muertos.
El sitio web del Centro de Patrimonio Militar habla del significado del Holocausto y ofrece durante ciertas épocas, ofertas en las tarifas para visitar a esta antigua fortaleza de la muerte en un recorrido general sobre su historia militar. También tiene un museo sobre el tema, pero no tiene una exposición permanente sobre el Holocausto.
La Séptima Fortaleza es uno de los varios temas polémicos que aparecen en el libro de mayor venta de Vanagaite “Nuestro Pueblo“, que actualmente está en proceso de traducción del lituano al inglés. Es un texto diferente porque es el primero en contar sobre la complicidad de los lituanos en el Holocausto, el libro va en contra de la narrativa promovida por el gobierno que habla de los lituanos simplemente como víctimas de la ocupación rusa que sustituyó a la alemana.
Este sentimiento es frecuente en toda Europa del Este, pero es particularmente fuerte en Lituania, el único país en el mundo que considera formalmente que la dominación rusa sobre su territorio fue un genocidio. La percepción de sí mismos como víctimas, de acuerdo con Zuroff, durante décadas ha impedido un debate abierto sobre el papel prominente de miles de colaboradores lituanos, algunos de ellos honrados como héroes patrióticos por su credenciales anticomunistas – en el asesinato del 95 % de la población judía en el país.
Jonny Daniels, fundador de Desde el Abismo, un grupo de conmemoración del Holocausto en Polonia, dijo que estaba “conmocionado y asqueado” durante su visita a la Séptima Fortaleza a principios de este mes. El sitio está por debajo de “cualquier nivel de la decencia y respeto”, dijo, y agregó que el gobierno de Lituania “debe hacerse cargo de esta vergüenza y ser condenado internacionalmente porque un sitio tan importante y sagrado esté privatizado “. En Polonia, dijo Daniels, “uno podría ser procesado por mucho menos.”
A pesar de las críticas, Lituania recientemente hizo gestos que elogiaban a los grupos judíos locales e internacionales. El mes pasado, el parlamento del país aprobó leyes de naturalización que facilitan la adquisición de la nacionalidad lituana para los descendientes de los judíos lituanos. La ciudad de Vilnius, donde se abrió un instituto de idish en 2001, está planeando construir un museo judío de diez millones y está realizando una excavación arqueológica a la búsqueda de la antigua gran sinagoga.
Pero Lituania también ha enfrentado duras críticas por honrar a colaboradores, incluyendo Jonas Noreika, y Juozas Ambrazevicius, que se cree han colaborado con los asesinatos de judíos. Este último fue vuelto a enterrar en Lituania en un funeral de Estado en 2012, mientras que el primero es honrado en una placa conmemorativa en un parque cerca de la casa del alcalde de Vilnius.
Lituania tiene leyes contra aquellos que porten símbolos nazis y comunistas, pero es uno de los pocos países de la UE donde se puede mostrar una esvástica con la impunidad que les fue otorgada por un fallo judicial de 2010 que define una variante de un símbolo Báltico, parte de una antigua tradición lituana anterior al uso que de ella hicieron los nazis. No obstante, las esvásticas “clásicas”, idénticas a las que aparecen en la bandera de la Alemania nazi, a veces se presentan en las marchas ultranacionalistas que se celebran anualmente en toda Lituania.
En un país donde muchos se sienten nuevamente amenazados por una Rusia expansionista, la veneración de figuras como Noreika y Ambrazevicius “están asociadas con casos de irrespetuosidad hacia las víctimas” en la Séptima Fortaleza, Zuroff dijo: “Hay también un elemento de ocultamiento — si esto no es conmemorado, recordado, es que no ha sucedido” agregó.
Orlov, el operador de la Fortaleza, insiste en que los eventos no tienen lugar en el área donde están enterradas las víctimas del Holocausto, que de acuerdo a lo que él dice solo ocupa un dos por ciento del complejo. “Cada lugar que se ve en Lituania tiene una historia trágica. Este lugar no es diferente “, le dijo a un reportero de JTA sobre los costos de una fiesta de casamiento. Asegurando a su interlocutor que una recepción no sería un problema, Orlov se comprometió a enviar el costo que eso representaba. El correo electrónico nunca se recibió
Orlov dijo que los informes financieros de su organización eran “información confidencial”, pero añadió que tenía un ingreso cada vez mayor de aproximadamente 35.000 dólares anuales. Todos los ingresos van hacia el mantenimiento y el trabajo educativo en la Séptima Fortaleza, dijo, y al pago de una plantilla de 11 personas con un salario mensual promedio de 110 dólares.
En su libro, Vanagaite y Zuroff revelaron que en 2012, Orlov descubrió restos humanos en el área que había comprado. Cuando las autoridades no respondieron a su pedido de la solución al problema que se le había presentado con los restos de miles de víctimas del Holocausto exhumados, los puso en bolsas de basura.”En la fosa descubrimos una capa de cal a través de la cual podíamos ver lo que parecían palos. Eran los huesos de la gente asesinada,” el libro citaba lo que Orlov había contado. “Luego de haber bombeado el agua dentro de la zanja y haber metido una mano hacia abajo, sentí que había un número enorme de huesos. La profundidad de la fosa podía tener varios metros.”
Él fue a la policía, al Departamento de Protección del Patrimonio Cultural y a la comunidad judía para informar sobre su descubrimiento, según el libro. Sin embargo, al no lograr ningún resultado, está contado en el libro, Orlov dijo “que llenó de huesos tres bolsas de basura y los dejó en un espacio de almacenamiento.” A raíz de los informes sobre la situación por los medios locales, la administración de la ciudad de Kaunas(Kovno) enterró los huesos de nuevo en 2014, donde habían sido descubiertos.
A pesar de estos problemas, la sociedad lituana por primera vez está en la senda de enfrentarse con su historia sobre el Holocausto, dijo Zuroff. El libro que escribió con Vanagaite desencadenó el primer debate público importante en los medios de comunicación sobre el tema, lo que lleva a las iniciativas para revocar honores de Estado para los colaboracionistas y una promesa por parte de los historiadores del Estado para “tratar de publicar” este año una lista de los responsables del Holocausto que son alrededor de 1.000 conocidos perpetradores.
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Progrom de Kaunas (Kovno)
Progromos judíos por nacionalistas de Lituania
El 25 de Junio de 1941, una multitud furiosa de civiles y paramilitares lituanos dirigidos por el comandante Algirdas Klimaitis se lanzaron a linchar a todos los judíos de la ciudad de Kaunas.
Al grito de la gente de “¡Machacad a los judíos!”, miles de ellos fueron apaleados en las calles y heridos con machetes, cuchillos, palos y objetos punzantes. En la primera noche 1.500 habían muerto ya, pero la locura continuó a la mañana siguiente del día 26.
A medida que iban muriendo una enorme montaña de cadáveres fue alzándose como si fuera un momumento. Cuando se hubo acabado la masacre, uno de los lituanos trepó por la montaña de muertos y en la cima se puso a tocar el himno nacional de Lituania con un acordeón.
Me ha repugnado la amnesia colectiva, cómplice de los lituanos. Soy hija de un judío nacido en Kaunas, hace varios años el consulado lituano en Bs As nos negó la ciudadanía lituana, amén de perder la Argentina??
Al viajar a Kaunas y a Vilna vi como se han apropiado de todo lo que pertenecía a nuestros ancestros. Locales con primeras marcas y vidrieras por fuera y restos de arrasamientos en otros. Y el silencio… el no entender lo que buscábamos… la palabra “judío” estå negada, no existe en sus discursos mentirosos y culposos.
Leí con alegría que a pesar de los años pasados la verdad ve la luz, se escribe, se investiga y se sanciona. Los que siguen encubriendo pagarán.
Dios no perdona y no olvida. La justicia divina obra y obrará.
Buena opinion es ,muy triste lo sucedido en Kaunas , es increible que esos salvajes lituanos hayan sido seres humanos da asco ver como masacraron a miles de judios indefensos , y da asco ver como ahora se pretende reconocer como heroes nacionales a quienes fueron parte de esos horrendos crimenes , como tu dices Dios no perdona y no olvida .
Es verdad, solo Dios sabe la verdad y hará justicia.
Soy Nieto de Judíos muertos en Kaunas y otros campos de concentración y exterminio. Opino lo mismo que vos, vivo en Argentina y lo que mas me indigna es que los Lituanos se victimicen y fueron participes activos del genocidio judío. Además no fue juzgado ni perseguido ninguno de ellos.
Soy Nieto de Judíos muertos en Kaunas y otros campos de concentración y exterminio. Opino lo mismo que vos, vivo en Argentina y lo que mas me indigna es que los Lituanos se victimicen y fueron participes activos del genocidio judío. Además no fue juzgado ni perseguido ninguno de ellos.
No entiendo si esas personas eran seres humanos, veo la foto del individuo rubio, el Lituano que es el principal asesino y qué nunca haya sido identificado es incomprensible. Pensar que aún existen los negacionistas.