Los judíos escondidos en Berlín durante la Segunda Guerra Mundial

BERLÍN: SOBREVIVIENTES DEL NAZISMO

Una nueva película inspirada en hechos reales cuenta cómo algunos judíos lograron evadir la captura de los nazis incluso en el corazón de Berlín. En medio de la Segunda Guerra Mundial, el ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbels, triunfante declaró en 1943, que Berlín estaba ahora Judenrein, limpia de  todos los judíos.

Una nueva película inspirada en hechos reales cuenta cómo algunos judíos lograron evadir la captura de los nazis incluso en el corazón de Berlín.

En medio de la Segunda Guerra Mundial, el ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbels, triunfante declaró en 1943, que Berlín estaba ahora Judenrein, limpia de  todos los judíos.

No fue así exactamente. De los 180.000 judíos que vivían en Berlín antes de Hitler, todavía quedaban allí, en 1943, unas 7.000 personas que en ese momento pasaron a la clandestinidad. Cuando las tropas rusas conquistaron la capital alemana en la primavera de 1945, había sobrevivido, pese a todo, 1.700 judíos  y salieron de sus escondites.

Entre estos últimos estaba  el primo del periodista que escribió este artículo, Ernest Gunter Fontheim, el único que  logró escapar cuando la Gestapo envió a sus padres y a su hermana a la muerte en los campos de concentración.

Aunque en su experiencia o apariencia anterior no había preparado a Ernest para su nuevo papel, en 1943 se convirtió en un “ario” alemán y sobrevivió gracias a su ingenio, buena fortuna y la ayuda de algunos valientes civiles alemanes.

A medida que aumentaban las bajas de la guerra alemana, las autoridades nazis buscaban no solo a los judíos, sino más aún a posibles traidores o desertores del ejército. Cuando fue confrontado de esta manera, Ernest sacó documentos hábilmente falsificados que mostraban que estaba a punto de presentarse para el servicio militar y estaba involucrado en un trabajo vital de guerra.

Pero después de haber eludido a los nazis durante dos años, la vida de Ernest todavía estaba en peligro. Cuando Berlín cayó ante los rusos, un soldado soviético ebrio se enfrentó a mi primo y le ordenó que se parara contra una pared y se preparó para dispararle.

La explicación de que Ernest era judío, y no nazi, cayó en oídos sordos con el soldado insistiendo en que Hitler había matado a todos los judíos.

Afortunadamente, la cámara de la pistola del soldado estaba vacía y aunque insistió en que Ernest esperara hasta que recibiera más balas, mi primo se despegó sabiamente cuando el ruso le dio la espalda.

Con el arte imitando a la vida, una película alemana recién estrenada, The Invisibles, rastrea el ingenio y la valentía de cuatro jóvenes judíos alemanes cuyos peligros y escapes son muy similares a los de mi primo Ernest. Basado en las experiencias reales de cuatro hombres y mujeres en tiempos de guerra, el cuarteto incluye a un estudiante de arte convertido en falsificador de documentos y una morena convertida en rubia que pasa como una viuda de guerra alemana afligida.

Un segundo joven se esconde con los comunistas alemanes y se une a su grupo de resistencia contra los nazis, mientras que una segunda joven encuentra trabajo como empleada doméstica en lo de un oficial nazi de alto rango que entretiene a sus colegas en lujosos banquetes. ¿Qué se necesitó para seguir con vida cuando la más mínima sospecha o resbalón llevó a un campo de concentración y muerte?

“La característica común de los Invisibles era que eran jóvenes”, dijo el director de la película, Claus Rafle, a JC. “Tuvieron que tomar decisiones instantáneas y, si los interrogaban o los miraban con la más mínima sospecha, sabían cómo responder de manera segura y relajada”

. En cuanto a Ernest,  emigró a los Estados Unidos después de la guerra y tuvo una carrera distinguida como profesor de física en la Universidad de Michigan. Ahora tiene 96 años, está jubilado y vive con su esposa en Washington, DC, cerca de sus dos hijos.

 

Tradujo Alicia Benmergui

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VEA el Trailer del film

The Invisibles –
Official Trailer