POLÍTICAS SOCIOSANITARIAS PARA ADULTOS MAYORES

Por el Dr. Leonardo Strejilevich 

El tercer milenio es el del “boom gerontológico”. Argentina es un país en creciente proceso de envejecimiento de su población; es un país extenso y diverso con gran pluralismo étnico, económico-social, antropológico, cultural y con fragmentación y desarticulación histórica en materia de políticas sociales y sanitarias para los adultos mayores y para la problemática, ya presente, del envejecimiento del envejecimiento.

La evolución y la proyección sociodemográfica del envejecimiento en Argentina se plantea no sólo en términos numéricos de aumento de la población añosa sino también en términos de acrecentamiento de la precarización, pauperización, marginación y exclusión social de la mayoría de nuestros mayores sumado a un aumento del número absoluto de discapacitados; este crecimiento es sensiblemente mayor y más rápido que la capacidad de contención integral y de la adecuación de la comunidad y de las instituciones al mismo.

Razonablemente se puede postular:

– Recrear el movimiento social basado en la solidaridad o pacto intergeneracional para asegurar el bienestar integral de los adultos mayores, – Reformular financieramente de modo viable y sustentable el sistema previsional basado en el principio de la equidad social,

– Regular, auditar, valorar resultados y asegurar la accesibilidad a los servicios sociosanitarios públicos y privados,

– Obtener un grado de satisfacción básica permanente de las necesidades de los adultos mayores vulnerables y en riesgo sociosanitario asistidos por el sistema prestacional,

– Promover la construcción de espacios sociosanitarios locales para la prevención, la cultura, la educación y el esparcimiento,

–  Educar y habilitar destrezas, aptitudes y actitudes en forma permanente de los recursos humanos destinados a la atención de los adultos mayores,

– Organizar con su correspondiente normatización el modelo y los recursos de aplicación     que garantice el cuidado preventivo, continuado, progresivo e integral de los mayores,

– Solicitar de manera expresa y permanente la cooperación técnica y financiera para programas e investigaciones gerontológicas a partir de los gobiernos, organizaciones y empresas privadas, organismos internacionales y ONG´s,

– La política gerontológica básica debe implicar la educación permanente, la flexibilidad laboral y la prevención sociosanitaria a temprana edad,

– Definir los contenidos programáticos referidos a la gerontología y la geriatría como políticas de Estado con clara especificación de los roles y formas de articulación de los distintos actores sociales y sanitarios.

– Plan Gerontológico Nacional por ley del Congreso.

Un artículo del Dr. Leonardo StrejilevichMédico geriatra.
Master en Gerontología Universidad Autónoma de Madrid
www.gerontovida.org.ar
22 septiembre 2017
wlmailhtml:strejileonardo@hotmail.com

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