TESORO, en recuerdo de los judíos de COlmar asesinados por la peste en 1348

En la ciudad alsaciana de Colmar, en mayo de 1863, unos trabajadores encontraron un atado de monedas, joyas y otros objetos de valor dentro de la pared de una casa. Si bien tales descubrimientos naturalmente despiertan el interés de detectives aficionados e historiadores por igual, este tenía un significado raro y conmovedor.
La ubicación de la casa en el antiguo barrio judío de la ciudad, la edad de las piezas y, lo más concluyente, la presencia de un anillo de bodas ceremonial judío vinculaba el tesoro a una comunidad judía que había vivido en Colmar más de cinco siglos antes, cuando Alsacia era parte del Sacro Imperio Romano. Esta comunidad, como muchas otras en toda Europa, fue destruida cuando los judíos fueron víctimas, como chivo expiatorio acusados de propagar la plaga; específicamente, a principios de 1349, durante la epidemia de laPeste Negra “ los judíos de Colmar fueron quemados vivos.
Este tesoro le pertenece al Museo de Historia Medieval de Cluny en París, quien se lo prestó el año pasado, en 2019, al Met Cloisters de la ciudad de Nueva York, para una exposición llamada “El Tesoro de Colmar”: Un Llegado Judío Medieval.
La curadora Barbara Drake Boehm dijo: “Quería pedirla prestada porque cuenta una historia que nuestra propia colección tampoco puede contar, sobre la importancia de la comunidad judía en el mundo de la Europa medieval. Es una historia que no puede ser narrada fácilmente debido a los peligros que la comunidad enfrentó historicamente ”.
Toda exhibición es mucho más convincente cuando tiene una perspectiva personal. Aunque la identidad de los propietarios originales del tesoro sigue siendo un misterio, tal vez haya sido una casa de empeño, es una posibilidad, la curadora Boehm imagina una familia. El tamaño relativamente modesto del tesoro, que cuenta con unas 300 monedas y otros 50 artículos, respalda esta hipótesis.
Luego están las características específicas de sus contenidos. “Creo que una de las mejores pistas es que hay anillos que datan de la segunda mitad del siglo XIII y anillos que están bien entrados en el siglo XIV. No solo sus fechas son diferentes, sino que los materiales son distintos. Las piezas anteriores eran de plata dorada y granate, y las piezas posteriores de oro y piedras preciosas. Creo que es un testimonio de que se trata de la misma familia, y de que habían progresado con el paso del tiempo”.
Visto a través de esta lente, los artículos adquieren una familiaridad conmovedora. “Hay un alfiler”, dice Boehm. “Me recuerda a la parte posterior de un arete. Has tenido la intención de llevarlo a un joyero y hacer que lo suelde de nuevo, pero no lo has logrado. Este tipo de toques te permiten atravesar los siglos y conectarte con estas personas que vivieron hace más de medio milenio pero que en realidad no eran tan diferentes a nosotros”.
La pieza central de la exposición es el anillo ceremonial de bodas judío, hecho de oro y esmalte e inscrito con la tradicional felicitación “mazel tov” . Diseñado para usarse solo el día de la ceremonia, tiene la forma de un pequeño edificio hexagonal que simboliza tanto el hogar conyugal como el Templo de Salomón. “Esos anillos son bastante raros”, observa Boehm. “Pero como sucede, hay otro de aproximadamente la misma fecha en una colección privada en Nueva York, y la tomamos prestada al mismo tiempo. Estarán uno al lado del otro ”.
Otra pieza que complementa el tesoro se encuentra en un libro del Siglo XV de teología cristiana, notable en este caso por su papel, que cuenta con un sistema de ilustración de aves y que en realidad es un pergamino hebreo reciclado del siglo XIV. Aunque era una práctica común reforzar las encuadernaciones de los primeros libros impresos con hojas de volúmenes escritos a mano no deseados, estudios recientes han arrojado algunos resultados sorprendentes. Boehm explica: “Durante mucho tiempo pensamos que el único rastro de la comunidad judía medieval de Colmar era este tesoro. Y luego una mujer increíble llamada Judith Kogel del el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) en París se dio cuenta de que en la biblioteca municipal de Colmar, hay una cantidad de libros que en sus encuadernaciones contienen páginas de manuscritos hebreos de Colmar. Judith ha descubierto cuáles son esas páginas y ha reconstruido la biblioteca de los judíos medievales de Colmar.
Al igual que el tesoro, los manuscritos han sido sacados de la oscuridad literal y ahora pueden arrojar una luz informativa sobre la cultura y la comunidad que los creó. Cuando se le preguntó qué consejo ofrecería a los visitantes de la exposición, Boehm responde: “Mire detenidamente y simplemente permítase pensar:” ¿Cuál es la historia de esta pieza? ¿Cómo encaja esto en la vida de alguien en Alsacia hace cientos de años?.
Y nosotros desde Milim agregamos, de una comunidad que desapareció quemada por la absurda acusación de haber propagado la plaga de la Peste Negra envenenando las aguas.
Fuente: BARBARA DRAKE BOEHM. The Colmar treasure: A medieval jewish legacy, Scala Arts & Heritage Publishers Ltd, 2019, 112 p
Tradujo: Alicia Benmergui

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